Ejercicio literario de
cuentos cortos. Uno fantástico y otro realista.
Incluir palabras: Pez,
Avestruz, Luna, Pañuelo y Fantasmal.
¡Noche de locos!
Juro que iba a verte pero estoy segura que no me vas a creer lo que te voy a contar:
Salí de mi casa para tomar el colectivo cuando de repente toda
la luz en la cuadra se cortó y como era una noche sin luna, no podía ver
siquiera donde pisaba. Me dio un poquito de miedo ya que era demasiado
fantasmal, te soy sincera.
De repente veo en el
cielo algo con forma de disco con muchos juegos de colores azules y violetas,
al instante supe que se trataba de un ovni.
Después de ese avistamiento decidí por lo único que podía hacer:
¡correr! Pero tropecé con un auto estacionado que claramente no lo vi y cuando
caí al piso me golpee de tal forma la cabeza que quedé inconsciente por varias
horas.
Cuando desperté, estaban
haciéndome pruebas y yo les decía: "¡No! Que tengo una cita con Danilo y
no puedo llegar tarde" pero hicieron caso omiso a mi demanda y tan solo me
secaron el sudor con un pañuelo.
En el lugar tenían una
vaca, un pez, un perro y un avestruz a los cuales también los sometían como a mí.
Debido al dolor de tales pruebas, me volví a desmayar y cuando
desperté nuevamente aparecí acostada en mi cama. Es por eso que te escribí
enseguida pude. ¡Perdón! ¿Cuánto me esperaste?
Mari.
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¡Noche como locos!
Juro que iba a verte pero estoy segura que no vas a querer escuchar lo que te voy a contar:
Cierro la puerta de mi edificio y antes de siquiera observar la
luna aparece mi amigo Javier. Después de que me haya tomado por sorpresa y
haberme abrazo por la espalda, nos quedamos unos minutos hablando. La lluvia no
se detenía así que saqué el pañuelo que me regalaste y lo estrené pero estaba
tan mojado que casi salió un pez.
Pasó un colectivo. Otro. Otro. Y otro. Hasta que recordé cuál
era la razón por la cual había salido. Se lo comuniqué a este chico pero me
dijo que habían pasado 30 minutos y que por ahí ya te habías ido. Supongo que
no me estabas esperando todavía, ¿no?
Entonces lo invité a pasar y como sorprendentemente en la
mochila tenía un par de cervezas decidimos tomarlas mientras mirábamos un
documental donde salía una nueva versión rara y a la vez fantasmal de un
avestruz de áfrica.
Una cosa llevó a la otra
y me terminé acostando con él.
Me hizo el desayuno. ¡Es un lindo!
Como recién se fue, te mandé un mensajito para que no te
preocupes por mí.
Besitos. Mariana.
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